miércoles, 29 de mayo de 2019

EL GANDHI QUE YO CONOCÍ (I)


Gandhi murió asesinado en 1948 ¿Sería la India lo que es hoy sin Gandhi? Su evolución y su independencia se aceleraron gracias a la acción no violenta, pero irresistible como una marea impetuosa, del Mahatma, que descubrió en las Bienaventuranzas de Jesús el fondo cristiano de su misión de hindú. En unos momentos en los que la India moderna gravitaba con un peso considerable entre Oriente y Occidente, la obra de Gandhi nos ayuda a comprender el misterioso mundo de la India. El 13 de abril de 1919, Gandhi inició su primera gran jornada de ayuno y la población hindú su primera jornada huelguista de protesta por el dominio de la Gran Bretaña sobre la India.
Gandhi no era uno de aquellos idealistas de pacotilla con los que con excesiva frecuencia se le comparado. El filósofo cristiano Nicolas Berdiaev, escribió que es preciso establecer una distinción entre la no violencia tolstoyana, que es una forma de no resistencia ante el mal, y la no violencia ghnadista que es una forma de resistencia al mal.
¿Qué significa la palabra Satyagraha que el mismo forjó en su juventud y que resume toda su doctrina? “Cuando el alma abarca la verdad, posee una fuerza de la que es preciso saber servirse para desengañar al adversario de su error por medio de la paciencia y de la simpatía, para despertar en él un cierto sentimiento caballeresco.”
Nacido en 1869, fue un hombre de la era victoriana. Su padre, primer ministro de un pequeño Estadio de la India Occidental, murió al poco de nacer él, por lo que fue educado por su madre. Hecho este que fue determinante. Porque Gandhi fue un hindú vaishnava , que es lo mismo que decir conservador del mundo. Esta pertenencia al dios Vishnú oriento a Gandhi hacia un esfuerzo de participación en la todopoderosa dulzura de la divinidad. Su madre seguidora del jainismo tenia como valor esencial la virtud de la no violencia como mayor moral.

La familia de Gandhi era relativamente pobre. Pero su madre, después de consultar a un sacerdote decidió que tenía que arrostrar los mayores sacrificios para enviarlo a estudiar a Inglaterra.
Cuando partió, ya estaba casado y era padre de familia, con tan solo diecinueve años.
En Londres Gandhi tomó afecto a aquellos londinenses laboriosos carentes de riqueza, pero no de amabilidad.
Su educación hinduista no fue incompatible con la cultura occidental. Fue la lectura del Nuevo Testamento lo que le orientó hacia los poemas sagrados del hinduismo. “A cambio del agua, ofrece una buena comida”.
Concluidos sus estudios regresó a la India en 1891 y se inscribió en el foro. Pero un defecto de pronunciación le dificultó le impidió abrirse camino en él. En su lucha por conseguir el sustento familiar acepto ser consejero jurídico de una empresa en África del Sur.
Allí llevó una existencia oscura, de la que no habría salido de no haber mediado un pequeño incidente.

Viajando en tren para defender a un cliente, este le había conseguido un billete en primera clase, donde entablo animada conversación con un inglés, recordando sus tiempos en Londres. Al llegar el revisor le dijo:
-          ¿Qué hace Ud. aquí? Tenemos al final del tren tenemos un vagón para los hombres de color.
Gandhi titubeó, pero la intervención del inglés zanjó la cuestión.
Sin embargo, Gandhi sintiose irreparablemente herido. Reflexionó noches seguidas, y se dijo:
“O bien voy a aprovechar mi educación, mi conocimiento del inglés y mis títulos universitarios para diferenciar mi suerte de la de los demás “culíes” o bien voy a consagrar toda mi vida a enseñar a los demás, a ese revisor y a los que piensan y sienten como él, que lo “culíes” son hombres. Y, además, iguales a los demás hombres”
A partir de ese momento, nunca más hizo un gesto ni pronunció una palabra que no fuese consecuencia de esta elección.
Pocas semanas más tarde curado de su defecto de pronunciación hablo por primera vez en público.
En una salita se hallaba reunida la flor y nata de la colonia india en África del Sur. Habló a sus oyentes de manera que adquirieran conciencia de sí mismos, diciéndoles:
“¡Soy perseguidos, pero también sois perseguidores! Es verdad que el orden social no es más que un aspecto del orden cósmico. Pero una sociedad fundamentada en la distinción de castas y de parias es contraria al orden natural. No os quejéis pues; empezad por ser mejores que los demás y conseguiréis su respeto”
 Tal fue el nacimiento de la Satyagraha que pronto pasaría la prueba de los hechos.

Texto de Maurice Schuman

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